lunes, diciembre 01, 2008

POEMAS DE STELLA MARIS TABORO

Stella Maris TABORO

Grita el tango
Tango, vos que siempre haz sangrado
por un roto corazón,
tango hoy te toca una herida
que te grito con razón.
Tango , denunciá a los políticos
que se sirven de sus cargos
buscando vivir mejor.
Mientras abajo los que sufren
engañados los votaron
los usaron y tiraron
como trapos a un rincón .
Tango, vos que sos tan argentino
no podes callar ahora
que te pido atención.
Cuántos niños en la calle
como aves sin un cielo
como rama sin una flor.
Cuánta justicia destronada
en el reino de los justos,
por el bien de los injustos
que rien sin compasión.
Tango , tu esencia con harapos
tus recuerdos de los guapos,
y las Mireyas que siguen
sirviendo al patrón.

No te calles, tango fuerte
vos que sos todo un varón .

Eternidad
A Vicente Huidobro

Campanas danzando
y palomas lanzadas al viento
buscando atrapar su aliento.
Temblaban las hojas del fresno cercano
y se encendía el lucero en el ocaso temprano .
Nada se sujetaba a la mirada para siempre
sólo el sonido del fresno flotó en el aire
y el hondo vuelo de las palomas
sacudió a la luna con su piel vertida
en el profundo cielo.
Página blanca naufragando entre nubes
como ave inocente hundido en su reflejo.
Crecía la mirada que no hallaba consuelo
del fugaz pasaje en el transparente cielo,
No haz muerto poeta ,tu canto precioso
se abriga en el brillo eterno
del radiante lucero.

Permanecer

Homenaje a Oscar Castro

Conozco la música de tus versos
que ondeando pasaron la cordillera
entre cóndores coronados
como los jardines en primavera.
Hablaban de pueblos humillados
en el Tiahuanaco del Cuzco
y en las tierras de Caupolicán,
en toda la tierra morena
la de indios gauchos y llaneros
la de los lamentos arrancados,
e hecho viento en cada caña .
Conozco tu permanencia
en los bordes de las flores
en los pájaros de cien colores
y vi también el horizonte que de rosa pintaste,
y el azul de los alelíes en tu barco de pirata .

Septiembre
Un sol de septiembre, aterrorizado
se adivinaba en la blanca cordillera.
y los cóndores callaron su vuelo
ese once de septiembre,
mientras los anchos muros del palacio
crepitaron como papel
en el vientre del fuego,
Entonces las palomas
buscaron otros cielos
y las esperanzas abatidas
se perdieron en la lejania.

Gritos desgarrantes en la nación
recorrieron años sin claridad,
y la paz con tus alas quebradas
se ahogó en silencios

Páginas libres
impregnadas de nacionalismo
amarillentadas por el tiempo
y enterradas por el dictador.

¿ Cuántos por qué martillaron a la memoria?
¿Por qué quebraron el feliz vuelo soberano?
¿Por qué el sol que se encendió con Salvador
se hundió en la espesa niebla del terror?

!Cuantos por qué para aprender!

! Cuantos por qué con olor a lágrimas!

! Cuantos por qué con astillas del dolor!



Stella Maris TABORO. Maestra normal nacional y profesora de historia.Rafaelina de nacimiento y Sanjorgense por adopción. Docente desde el año 1974.Amante de la lectura y del escribir desde la adolescencia, pero abocada al mundo poético por tras vivenciar una bisagra dolorosa.
SUS LIBROS DE POEMAS:
* SONIDOS DE LUCES Y SOMBRAS.* ROCÍOS DE VERSOS.* BURBUJAS DEL ALMA.* PÉTALOS EN EL VIENTO .* LA HISTORIA EN POEMAS.Un libro de cuentos infantiles:* CUENTOS PARA MILAGROS

1 comentario:

  1. ESFINGE DE PLATA

    Son claras las noches
    cuando surcan sus lados
    contornos de almíbar
    mezclados de ensueños
    insólitos … distantes

    mas allá
    en la silueta de la esfinge de plata
    descansan sin tiempo
    los besos fugaces
    del amado cometa viajero

    mientras destellos lejanos
    reclaman las voces que claman
    sus pares dispersos

    aquellos paralelos ritmos
    de miradas lejanas
    extrañan su encuentro

    no importa el silencio
    que paga la calma
    ni el velo de luces
    disuelto sin roces
    pues fallido es su intento
    en su encuentro tortuoso
    perdido en la nada…

    disculpa si tardo
    esfinge de plata
    mi elipse que cruza
    tu cielo de luna
    no alcanza tus bordes
    que añoran mi alma

    son cosa del sol, la luna
    y el tiempo


    ed varmer

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