martes, abril 16, 2013

"Una de las ventajas de la literatura es que permite perfectamente la poligamia"

Manguel vive en la región francesa Poitou-Charentes.

Manguel vive en la región francesa Poitou-Charentes. (J.M. Martínez)
 
DONOSTIA. Con voz pausada y apacible, el escritor canadiense Alberto Manguel acaricia su barba cana y espesa mientras entona un discurso argumentativo para cada pregunta. Suena con la elocuencia de aquel que ha meditado sobre la literatura universal con una actitud analítica. Durante su adolescencia en Argentina fue lector de Borges y actualmente cuenta con una biblioteca de unos 35.000 ejemplares en su biblioteca personal de Francia. Fetichista declarado, está convencido de que hay por lo menos un libro para cada persona; la cuestión consiste en encontrarlo.
 
¿Qué tanto de fabulación hay en la escritura y en la lectura?
El acto narrativo es algo que es verdad y mentira a la vez. El escritor establece con el lector un pacto: yo te contaré una mentira para hablar de la verdad, y tú harás como si lo que te cuento es verdad para disfrutar de la mentira.
 
¿Cómo fue su traspaso de lector a escritor?
Siempre supe que era lector, es mi forma de conocer el mundo. Todo lector se deja tentar por inventar como aquellos que inventan mejor. Cuando empecé a escribir de adolescente, me percaté de que lo que yo estaba escribiendo no estaba a la altura de los textos que a mí me gustaban, y dejé de hacerlo. Entonces decidí consolarme con la lectura. Los primeros libros que escribí fueron consecuencia de esas lecturas. Mi primera novela nació de la voluntad de poner en palabras algo que no entendía.
 
Lo han definido como "hombre-libro" o un "Don Juan de las bibliotecas".
Es elogioso, pero pienso que Don Juan es un personaje para quien la conquista, no la relación, es importante. No me veo como un lector de conquistas, me veo como un lector de relaciones. Eso es una de las ventajas de la literatura, que permite perfectamente la poligamia.
 
En su opinión el amor por la lectura no se enseña, sino que se aprende; entonces, ¿no hay forma posible de inculcar ese amor?
Creo que no, desgraciadamente. Siento que querer enseñar a leer es como querer enseñar a enamorarse; podemos presentarles candidatos posibles o hablarles de lo que es el amor, pero nada sirve si la chispa no se produce. Y la chispa se produce por razones misteriosas. Con la literatura sucede lo mismo: la relación entre un lector y sus libros es secreta, si la entendiésemos entenderíamos lo que significa la esencia misma de esa persona. Lo que sí podemos saber es que en las bibliotecas hay un libro que ha sido escrito para nosotros. La cuestión es descubrirlo, pero no es más difícil que encontrar una persona en nuestra vida.
 
¿Qué es lo que aprendió de Borges mientras fue su lector?
Borges analizaba los cuentos mientras yo los leía, no para mí, sino para él; como un mecánico analiza un motor. Era como ser testigo de un gran cirujano mientras trabaja y habla de lo que está haciendo; en aquel momento tenía unos 15 años, fue mucho tiempo después cuando me di cuenta de que había sido testigo de la lectura de uno de los grandes escritores de todos los tiempos. ¿Qué aprendí? Cosas que después aparecen en su obra. Era como ver el ejercicio práctico de lo que uno lee como ejercicio intelectual.
 
Le concede mucha importancia a la libertad de elegir lecturas, ¿cree que los cánones interfieren en ello?
Sí, pero son esenciales. Podríamos probar a decir "no quiero saber nada de los cánones", pero es imposible estar en el mundo y no saber que tales libros están en la lista de best-sellers, o tales libros son considerados clásicos... Un canon no limita más que una biblioteca nuestras lecturas. Cada vez que nosotros hacemos una elección, inmediatamente hay un grupo mayor que hemos dejado de lado, eso interfiere en nuestra lectura. No podemos escaparnos a ese tipo de limitación.
 
Ha hecho listas de libros, bibliotecas, librerías... ¿no le crean cargo de conciencia esas enumeraciones?
Sí, por supuesto. Mi editor americano me pidió una lista de 100 libros. Hacer una lista de 100 libros es como elegir a dos entre tus tres hijos. Toda lista en ese sentido es injusta; aunque divertida, pero injusta.
 
Dice que la relación de un libro con el lector depende del momento y, también, de otras casualidades.
Eso forma parte del poder creativo del lector. El libro no cambia, pero El Quijote que leemos a los doce años no es el mismo que leemos cuando tenemos 20, o 40. Tomando la frase de Heráclito, creo que "nunca bajamos dos veces al mismo libro"; somos nosotros los que cambiamos.
 
Sin embargo, usted vuelve continuamente a 'Alicia en el País de las Maravillas'.
Es uno de los libros que releo mucho, no solo porque me divierte y me parece de una enorme inteligencia, sino porque es uno de los libros que más cambia en ese sentido. Es un libro insondable. Cuando lo leí por primera vez era muy joven, y no entendí sus bromas, pero me divertía. Después, de adolescente, tampoco entendía muchas de las bromas, pero sí la angustia de Alicia, que trata de ser una persona racional en un mundo de adultos locos; con reglas absurdas e imposiciones injustas. Luego hay una Alicia de la edad adulta, cuando uno entiende qué es la burocracia, la política...
 
Margaret Atwood confesaba en el festival su buena relación con las nuevas tecnologías, ¿usted también la comparte?
Soy muy torpe, no me siento muy cómodo con los instrumentos. Soy consciente de que no formo parte de un sistema de comunicación que se está haciendo cada vez más popular. Siento que soy como un escritor victoriano recluso, de los que no querían publicar y solamente distribuían algún texto entre amigos.
 
Posee una gran biblioteca de unos 35.000 ejemplares, ¿se considera fetichista en relación a los libros?
Sí, con los libros como con las personas, prefiero el objeto de deseo en carne y hueso y no en forma virtual
 
En alguna ocasión ha comentado que el ejercicio de lectura ya no tiene el prestigio que poseía.
Es el acto intelectual el que no tiene el prestigio que poseía antaño. Creo que eso es una consecuencia de los valores mercantiles de nuestra sociedad, que siempre han existido; pero antes el valor del acto intelectual se consideraba superior al valor del acto mercantil. Hemos desarrollado ciertos valores que eran condenados. La ambición, la envidia, la codicia... son ahora valores aceptables. Hubo hace unos años un movimiento de la derecha conservadora que decía: "Ya no vamos a sentirnos avergonzados por ser todas estas cosas". Eso es bastante peligroso, es como que el pedófilo diga que se enorgullece de serlo.
 
¿Diría que es un injusto que se estime el valor de una novela en relación a sus ventas?
Más que injusto me parece equivocado. Hay novelas muy buenas, que se venden muy bien, y novelas muy malas, que se venden muy bien. Esa relación no es de consecuencia. El problemas es cuando decidimos que el único valor que cuenta es que se venda bien.
 
¿En qué medida nos perjudica que el libro sea un producto comercial?
En gran medida. Todo producto de consumo, si depende de la elección consciente del consumidor es útil; pero si lo compra porque lo obligan o lo han seducido es otra cosa. Si no puedo reflexionar sobre lo que voy a comprar eso es un problema; tanto si es una lata de sardinas como si es una novela. Desgraciadamente hemos elaborado estrategias comerciales para mantener esta sociedad de consumo. Es peligroso porque es un círculo dentro del cual no se permite la reflexión. La sociedad de consumo muestra como valores positivos la facilidad, la superficialidad, la rapidez... todos los valores opuesto a los de la reflexión intelectual.
 
En su última visita a Bilbao dijo que "en momentos de crisis como estos la lectura se convierte en un acto subversivo". Desde entonces han muerto Stephane Hessel y José Luis Sampedro, ¿sigue quedando lugar para la subversión literaria?
El escritor es subversivo porque el lector hace una lectura subversiva. Un texto subversivo que no es leído como tal deja de serlo, al menos en el momento de la lectura. Lo que entiendo por subversivo es que permite reflexionar y ayuda a pensar. Eso es absolutamente necesario en una sociedad.
 

1 comentario:

Anónimo dijo...

This is a topic which is near to my heart... Thank you!
Where are your contact details though?

Feel free to visit my web blog dental Plan