sábado, marzo 29, 2025

Poemas de Henry Martín Córdova Bran

 


BREVE NOCHE ENCIMA DE LAS PIEDRAS

A Desly Angulo

 

I

Detrás de la última luz

tu rostro se ocultó

y en el oscuro rastro del salón

explotó el incendio de un recuerdo

                                                         apenas…

 

Era el teatro.

Aquí la vida quema como fuegos tutelares

y hay sombras como pájaros volando sin vértebras

sin direcciones claras.

Sólo basta el rastro juguetón

de la pisada que nació antes que el pie y su paso llano

y está la lenta cadencia del color intenso

de lo que nace y crece en un furioso

proceso hacia la muerte,

porque todo nace y muere muy rápido en el teatro.

Hasta la próxima función.

 

II

 

Lento fue tu movimiento

lento se precipitó desde tu cuerpo

hacia todos los cuerpos

que eran como piedras en el horizonte.

Tu cuerpo entero una piedra

una milenaria forma de ser un instante

este instante que fue y es único y basta.

Noche de la bucólica y rápida consigna

de la palabra que nacida se renace

del cuerpo que carga con la voz

como quien lleva leña para el fuego

del movimiento que importa                                                                                           y la quietud que importa más

porque aquí la vida es un instante

y el instante es un latido prolongado.

 

III

 

El cuerpo

la piel. Los nudos que atan la noche

la luz que experimenta la suave melodía del tiempo.

A esta hora caen los claveles hasta el pavimento,

tus piernas que escapan de sus manos

tus piernas que son claveles                                                                                          los claveles que son mariposas blancas.

El tacto nos descubre

avanzas cautelosa, arácnida

suave compás y entonces una palabra se escapa                                                             y corta a tajos el aire.

 

Es otra vez el teatro

breve noche encima de las piedras.

 

 

 

 

 

 

Poema

 

Divinamente habita en ti

el primer canto del universo.

El río que de puro rigor fértil se abre entre la selva

tiene también ese canto que en ti habita;

si escuchas la noche con atención

advertirás que en todas las cosas y en todos los seres

canta y se hace eco la misma voz que te dijo:

Tsáaptinaitme, senchígtin nuintush íman[1]

 

 

 

 

Poema

 

Un canto por el Tajimat Pujut

un canto bajo tu lengua en la entraña misma de la selva madre

en la cima telúrica de las montañas que son un solo cuerpo

un canto bajo la piel de cada río enamorado y quebrantado en ti

un canto hecho eco en la serpiente, el puma y el cóndor

y en ti Nugkui madre de todas las Núwa

a quienes diste también el canto y todos los frutos de la tierra.

Un canto por la tierra, poderoso árbol del que somos fruto.

 

 AMANECER que deshoja la voluntad de ser

El fuego y la luz

trazo extendido

Que sigue el sendero del agua

La selva respira para que la vida comience.

Y comienza y despunta

Y aunque amenace con llover

Y todo el cielo semeje lo perdido,

No se crea, no se piense

Que la hora es una fragua

Hecha para el fogón del tragaluz.

Sube Etsa o gira la tierra como un renacer

De lo que manda voluntad del Ajutap

Bosque para ser pintado de color y de latido

Florece el ancho río que en su cauce mece

El cuerpo la risa besos de garúa 

Fulgor que me sorprende aliento de ser

O no ser lo que se pretende y se perpetúa

Amanece,

En el campo el trigo, la espiga crece

El algodonal como un botón no percudido

El árbol de la pomarrosa como inacabado caperuz…

Desde el cielo llueve la mañana que es pregunta

Porque todo incierto es por merecer

La vida su constante creación y es percance

Y es brisa que corola coros de ángelus

Crepúsculos imantados, cabeceos de piragua

Como un manso reflujo de lo que ha acontecido

A lo que acontecerá, verbo del día que se junta

Al milagro del viento, al pecado de ser lo que acontece.

El día amanece, amanece el ser

Que es todos los seres, el dulce sonido

Icaros que emergen en el grito calmo del agua

Y abre los ojos la selva para que la vida comience.

 


Johnny Barbieri y Martín Córdova


Martín Córdova Bran.- Nació en Huancabamba, provincia de la Sierra de Piura en 1985.Cursó estudios primarios en Huancabamba y Piura y los secundarios en el Centenario Colegio San Miguel de Piura. Estudió periodismo en la Universidad Nacional de Piura.  Dirige el blog periodístico cultural “La Acción Escrita” en la que publica artículos periodísticos y de opinión sobre temas de coyuntura y entrevistas, asimismo colabora desde el 2007 permanentemente con artículos en la Revista Semana del Diario El Tiempo de Piura.

Como escritor, perteneció al grupo literario “Plazuela Merino” de Piura y a la Asociación Cultural Sicanni. Poemas suyos han sido publicados en las revistas literarias Plazuela Merino, Sietevientos, Pensamiento Profano, Granizo Lunar, Piel de Kamaleón. Participó en recitales literarios en Piura, Chiclayo, Trujillo, Barranca, Cusco y Lima. Ha publicado el libro de poesía Arquitectura y Destrucción del Arcoiris. Formó parte de la comitiva peruana que participó en el XIII Parlamento de escritores de Colombia realizado en la histórica ciudad de Cartagena de Indias así como en recitales en la Universidad Simón Bolivar de Barranquilla y en Medellín en el 2015 y en el 2017 en el Encuentro Internacional de Poesía Poetas en el Equinoccio en Pereira, Colombia.

Ha realizado diferentes conferencias sobre periodismo y Literatura tales como: “El ángulo de la noticia y el periodismo de hoy” (2016) “Medios de comunicación, periodismo y democracia” (2016) “Nuevos Horizontes Del Periodismo Desde Una Perspectiva Crítica Decolonial” (2018), en Piura; “El Mito en José Carlos Mariátegui” (2017) y “Apuntes sobre la literatura de Piura en la primera década del siglo XX” (2018) en Chiclayo



[1] Eres luz poderosa y vital




No hay comentarios.: