El Harry Ransom Center, además, albergará toda la colección privada de García Márquez.
Todos los recuerdos de Gabriel García Márquez ocupan 2.6 metros cúbicos. Son unas 40 cajas de cartón, atadas con plástico. Era su colección personal, las cosas que guardaba en su casa de México, D. F. Una vida. Así llegó el 16 de diciembre al Harry Ransom Center, en el campus de Austin de la Universidad de Texas (Estados Unidos). Dieciocho personas ayudaron a abrir las cajas. Tardarán un año en catalogarlo y dos en poder enseñarlo.
García Márquez murió el 17 de abril en su casa de México a los 87 años. Tuvo la entrada prohibida en Estados Unidos durante décadas por su actividad procomunista, aunque luego se reunió, por ejemplo, con el presidente Bill Clinton en 1994. El 24 de noviembre el Harry Ransom Center anunció la compra del archivo personal del Nobel colombiano. Una pregunta recorrió Latinoamérica: “¿Texas? ¿En serio?” El objetivo es situarse en el mapa académico de América Latina.
La venta había comenzado a negociarse en diciembre de 2013, a iniciativa de la familia, y terminó de concretarse en julio de 2014. Al día siguiente de recibir el material, Stephen Enniss, director de la institución, atendía a El País en su despacho. “Lo adquirimos para hacerlo accesible”, explica.
La institución, fundada en 1957 con vocación de centro de investigación, lleva 50 años construyendo con sus adquisiciones un gran mausoleo de las humanidades. “Se estableció para hacer una colección de verdadera distinción”.
Compró una de las cinco biblias completas de Gutenberg que existen en Estados Unidos, tres copias del Primer Folio de Shakespeare, el archivo de James Joyce. “Se buscaba ese tipo de nivel”. Hoy posee más de 40 millones de papeles, entre ellos 38,000 cajas de manuscritos.
La compra de este archivo (de García Márquez) “transmite el compromiso de la universidad con Latinoamérica”, dijo.
García Márquez murió el 17 de abril en su casa de México a los 87 años. Tuvo la entrada prohibida en Estados Unidos durante décadas por su actividad procomunista, aunque luego se reunió, por ejemplo, con el presidente Bill Clinton en 1994. El 24 de noviembre el Harry Ransom Center anunció la compra del archivo personal del Nobel colombiano. Una pregunta recorrió Latinoamérica: “¿Texas? ¿En serio?” El objetivo es situarse en el mapa académico de América Latina.
La venta había comenzado a negociarse en diciembre de 2013, a iniciativa de la familia, y terminó de concretarse en julio de 2014. Al día siguiente de recibir el material, Stephen Enniss, director de la institución, atendía a El País en su despacho. “Lo adquirimos para hacerlo accesible”, explica.
La institución, fundada en 1957 con vocación de centro de investigación, lleva 50 años construyendo con sus adquisiciones un gran mausoleo de las humanidades. “Se estableció para hacer una colección de verdadera distinción”.
Compró una de las cinco biblias completas de Gutenberg que existen en Estados Unidos, tres copias del Primer Folio de Shakespeare, el archivo de James Joyce. “Se buscaba ese tipo de nivel”. Hoy posee más de 40 millones de papeles, entre ellos 38,000 cajas de manuscritos.
La compra de este archivo (de García Márquez) “transmite el compromiso de la universidad con Latinoamérica”, dijo.
Fuente: La Prensa
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