LA DIMENSIÓN LÍRICA DE EFRAÍN MIRANDA LUJÁN
Por: Fernando Chuquipiunta Machaca
Efraín Miranda Luján (Puno, 1927) es, ante todo, el poeta más renombrado del siglo XX. Con motivo del nuevo libro de Efraín Miranda, indio dios runa, publicado por Gonzalo Espino Relucé, profesor de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Lima, libro que reúne toda su trayectoria literaria de este emblemático escritor andino, sobre todo parece cobrar más adeptos en la poesía contemporánea del profundo Perú.
No obstante, “Muerte Cercana” (1954) es el primer poemario de Efraín Miranda Luján, en el que expresa su sentir cotidiano y su arraigo social. Lo que más impresiona en este valioso libro son los discursos poéticos que van desde la otra orilla: (“No me grites de calle a plaza: cholo!/ grítame de selva a cordillera,/ de mar a sierra,/ de Tahuantinsuyo a República: INDIO!”).
Dicho de otro modo, “Choza” (1978) es un excelente libro de poemas que en aquellos años permitió al autor desarrollar los elementos de su propio lenguaje: la libertad de la palabra, la armonía del verbo y la dimensión lírica, marcaron una continuación fortuita en sus versos, la misma que Efraín Miranda Luján expresa una poesía contestaria, realista y con un firmamento filosófico entre lo andino y lo urbano.
En efecto, con el libro “Vida” (1980) Efraín Miranda Luján escribe al universo sideral, retomando al mundo in extremis. Sin embargo no solamente vale sus glosas rimadas sino también su contenido testimonial de una época ya por desaparecer, pero sus escritos despierta un interés necesario por los temas que aborda. Como bien lo dice, Walter Paz Quispe Santos, en el suplmento cultural TOTORIA, que Efraín Miranda pone una barricada contra el sentido común dominante del otro, para que retorne el significante de la escritura de los espacios interiores del yo dominado.
Por último, “Padre Sol” (1998) es una magnifica obra poética de mayor factura y llena de jakisofía, en donde la rigurosidad y la contemplación astrológica son meramente importantes para Efraín Miranda Luján, porque permite, una vez más, que el verso sea como un revoloteo de estrellas, precisamente la cosmovisión del Altipamapa es un signo de su trabajo, por lo expuesto, es altamente recomendable leer los libros de Efraín Miranda Luján, notable aeda de las cordilleras del Ande.
Por: Fernando Chuquipiunta Machaca
Efraín Miranda Luján (Puno, 1927) es, ante todo, el poeta más renombrado del siglo XX. Con motivo del nuevo libro de Efraín Miranda, indio dios runa, publicado por Gonzalo Espino Relucé, profesor de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Lima, libro que reúne toda su trayectoria literaria de este emblemático escritor andino, sobre todo parece cobrar más adeptos en la poesía contemporánea del profundo Perú.
No obstante, “Muerte Cercana” (1954) es el primer poemario de Efraín Miranda Luján, en el que expresa su sentir cotidiano y su arraigo social. Lo que más impresiona en este valioso libro son los discursos poéticos que van desde la otra orilla: (“No me grites de calle a plaza: cholo!/ grítame de selva a cordillera,/ de mar a sierra,/ de Tahuantinsuyo a República: INDIO!”).
Dicho de otro modo, “Choza” (1978) es un excelente libro de poemas que en aquellos años permitió al autor desarrollar los elementos de su propio lenguaje: la libertad de la palabra, la armonía del verbo y la dimensión lírica, marcaron una continuación fortuita en sus versos, la misma que Efraín Miranda Luján expresa una poesía contestaria, realista y con un firmamento filosófico entre lo andino y lo urbano.
En efecto, con el libro “Vida” (1980) Efraín Miranda Luján escribe al universo sideral, retomando al mundo in extremis. Sin embargo no solamente vale sus glosas rimadas sino también su contenido testimonial de una época ya por desaparecer, pero sus escritos despierta un interés necesario por los temas que aborda. Como bien lo dice, Walter Paz Quispe Santos, en el suplmento cultural TOTORIA, que Efraín Miranda pone una barricada contra el sentido común dominante del otro, para que retorne el significante de la escritura de los espacios interiores del yo dominado.
Por último, “Padre Sol” (1998) es una magnifica obra poética de mayor factura y llena de jakisofía, en donde la rigurosidad y la contemplación astrológica son meramente importantes para Efraín Miranda Luján, porque permite, una vez más, que el verso sea como un revoloteo de estrellas, precisamente la cosmovisión del Altipamapa es un signo de su trabajo, por lo expuesto, es altamente recomendable leer los libros de Efraín Miranda Luján, notable aeda de las cordilleras del Ande.
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