Poeta juliaqueño Alberto Valcárcel murió en Arequipa
Escribe: FERNANDO CHUQUIPIUNTA MACHACA
La vida del poeta y escritor Alberto Valcárcel Acuña (Juliaca, 1944- Arequipa 20/05/2010) fue un vendaval de pasiones ilimitadas, pero sobre todo fue un intelectual que decidió registrar su tiempo poético a través del periodismo y la literatura. Dotado de un talento singular para escribir poesía que le permitió no sólo realizar grandes hazañas, sino que supo captar el interés de un público siempre cambiante.
Esas virtudes, son visibles en sus obras. Hay poetas que pasan por diversas fases y sufren transiciones muy marcadas en su evolución; otros parecen seguir un constante ideal que básicamente no cambia a lo largo de los años. Alberto Valcárcel pertenece a esta segunda categoría: su voz es esencialmente la misma casi desde el comienzo, y todo lo que hizo fue refinarla, pulirla, perfeccionarla sin descanso.
Escribe: FERNANDO CHUQUIPIUNTA MACHACA
La vida del poeta y escritor Alberto Valcárcel Acuña (Juliaca, 1944- Arequipa 20/05/2010) fue un vendaval de pasiones ilimitadas, pero sobre todo fue un intelectual que decidió registrar su tiempo poético a través del periodismo y la literatura. Dotado de un talento singular para escribir poesía que le permitió no sólo realizar grandes hazañas, sino que supo captar el interés de un público siempre cambiante.
Esas virtudes, son visibles en sus obras. Hay poetas que pasan por diversas fases y sufren transiciones muy marcadas en su evolución; otros parecen seguir un constante ideal que básicamente no cambia a lo largo de los años. Alberto Valcárcel pertenece a esta segunda categoría: su voz es esencialmente la misma casi desde el comienzo, y todo lo que hizo fue refinarla, pulirla, perfeccionarla sin descanso.
No obstante, en sus primeros libros hay imágenes y formas que muestran cierto influjo de la vanguardia, esa voz es siempre idéntica a sí misma. Desde sus inicios, supo medir bien su fuerza poética y presentir a dónde iba, evitando los excesos y caídas típicos del poeta joven; es como si hubiese aprendido su oficio antes de comenzarlo.
Así como también su tono predominante es reflexivo, sereno, sabio, lúdico y melancólico: el de un creador que indaga los misterios del mundo sabiendo que son inalcanzables; lo importante es no renunciar a esa búsqueda inherente y tener en consideración la constancia en el ejercicio de la poesía y tener fe en el poder de la palabra.
Alberto Valcárcel Acuña, será recordado, sin duda alguna, más como un liróforo celeste que como un escritor multifacético, preocupado siempre por los graves problemas sociales del Perú profundo, a los que intentó encarar de enfrente, y desde luego, batalló contra esa adversidad simultanea de este mundo adverso y sórdido.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario