Por: verónica viñas
Era el eterno candidato. Finalmente, el poeta leonés Antonio Colinas ha recibido el Premio de la Crítica de Castilla y León en su décima edición, al que también optaban los leoneses José María Merino (por El libro de las horas) y José Manuel de la Huerga (con Apuntes de medicina interna).
Medio siglo de poesía imprescindible. Es lo que ha valorado el jurado al elegir entre once libros de otros tantos autores El laberinto invisible, que reúne toda la poesía de Colinas y anticipa un libro nuevo. Por primera vez en los diez años que se otorga el premio, el jurado lo ha concedido ‘ex aequo’ a dos escritores. Junto a Colinas , el jurado —en el que estaba el crítico del Diario de León Nicolás Miñambres— ha otorgado también el Premio de la Crítica al pensador y sacerdote abulense Olegario González Cardedal, único que optaba en el género de ensayo, por El rostro de Cristo. Colinas aceptó ayer el premio con absoluta serenidad y confesó que le alegraba que se le haya otorgado por un libro (El laberinto invisible) dentro de otro libro que es su poesía completa. El autor bañezano considera alentador que se reconozca su poesía actual, una poesía de «insistencia» en temas que han marcado su obra desde el principio, como la mujer, el amor, o Extremo Oriente.
Al autor de Sepulcro en Tarquinia confiesa que el premio le hace más ilusión «porque viene de mi tierra». La poeta Angélica Tamarro, miembro del jurado, recordó que Antonio Colinas es una de las «figuras más relevantes» de las letras. En su opinión El laberinto invisible es un libro de gran «madurez», que «ilumina y abre puertas». Tamarro indicó que aunque «es difícil mantener ese nivel a lo largo de los años, Colinas consigue incluso ampliarlo y aumentarlo».
El hecho de compartir el galardón con el González de Cardedal supone para Colinas «un orgullo», ya que «es uno de los más altos intelectuales españoles y al que aprecio mucho».
Colinas ha cerrado una etapa con sus obras completas, aunque el escritor reconoce que siempre que acaba un libro siente sensación de angustia, «pero luego surge otra vez la poesía, lo que demuestra que no es un género de juventud». Acaba de publicar Nuevos ensayos en libertad y de traducir Las pasiones, de Leopardi. «He ido saltando de género en género, aunque la poesía sea la base». Anuncia la cuarta entrega de Tratado de armonía, aforismos cargados de pensamiento.
Fuente: Diario de León. es
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