Compartió la mesa de presentación del libro Las rebeldes de Mónica Lavín
Benito Taibo (Ciudad de México, 1960) , cuya obra oscila entre la poesía, el cómic, la televisión y la publicidad, aseguró la víspera que "sin literatura no hay historia" , y se dijo convencido de que "no existe la literatura de género; es mala o buena, sin importar si es de hombre o de mujer".
Lo anterior, al comentar en el Museo Franz Mayer de la capital del país el libro Las rebeldes de la mexicana Mónica Lavín (Ciudad de México, 1955) , una novela histórica que retoma la vida y obra de Leonor Villegas y Jenny Page, una dupla de mujeres que vivió con ímpetu y mucho valor la Revolución Mexicana.En su más reciente novela histórica, Lavín relata la vida de esas dos destacadas pero desconocidas mujeres de la Revolución Mexicana.
Relatos sobre Leonor Villegas, fundadora de la Cruz Blanca Constitucionalista y participante en la Revolución Mexicana, y de Jenny Page, una periodista muy ágil e inteligente.
"Esa periodista se empeñó en darle vida a historias no contadas de la propia Revolución Mexicana", se dijo en la velada literaria, donde se destacó que en ambas mujeres se devela esa otra historia de México: La de sus mujeres que vivieron con ímpetu y entrega, según refiere la autora en su relato histórico.
Las rebeldes es un texto que pone la importancia de las batallas en otro punto; allá donde periodistas, enfermeras, fotógrafos, maestros y telegrafistas dieron su propia lucha", señaló por su parte el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), dependencia federal que organizó la presentación del texto en el mencionado recinto.
La misma fuente explicó que Page regresó a Laredo, Texas, después de haber estado en Saint Paul durante 40 años, en una travesía que significó no sólo un viaje al sur del país, sino al sur de su vida. Muchas razones la hicieron volver, entre ellas la figura de Leonor Villegas, quien le heredó un mandato genial.
Le dejó un mensaje escrito en el que le pedía contar la historia descrita en un manuscrito acerca de los días de la Cruz Blanca, guardado en una caja que le hicieron llegar cuando arribó a Laredo. "Si este paquete la encuentra con salud y ánimo, es necesario que alguien escriba la historia que no ha sido contada".
Villegas se refería a una historia inédita, que tampoco era visible, "porque no es la de las grandes batallas ganadas, perdidas, de las traiciones y el poder que va cambiando de dueño", le explicó Leonor Villegas a la periodista Jenny Page, quien tras leer la epístola quedó maravillada por la grandeza y nobleza de "Leo".
Es así como a partir de esa encomienda volvió a Page su vocación perdida de periodista, la cual creía percudida y sepultada. A partir de ese instante, deseó averiguar el motivo por el cual le confió dicha tarea, además de pretender escribir no precisa ni necesariamente lo que Leonor Villegas hubiera querido.
La vida le devolvió a Page las oportunidades y asombros que la distancia, en Saint Paul, le había restringido. Así, Lavín construyó un relato que narra una historia de un tramo de la gesta revolucionaria, y las tribulaciones de las mujeres que no dejaron que la historia pasara de largo y se rebelaron a su tiempo".
Por su parte, Antonio Saborit, escritor que también tomó parte en la mesa de presentación, celebró esta publicación, "porque al fin, alguien experimentó, vivió y retomó la esta historia, cuyo valor histórico es grande" . Al final, los asistentes marcharon uno a uno satisfechos por haber conocido esa historia.
Fuente: El Universal.mx
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