Escribe: Julio Abelardo Luza Gironzini (*)
Estábamos acostumbrándonos a dejar pasar el tiempo sin que el quehacer cultural de nuestro pueblo tuviera un lugar de importancia en la vida; haciendo que lo cotidiano de “ganarse el pan” nos subyugara y que el espíritu no encuentre el oasis en el cual la inquietud humana que es el pensar no tenga un lugar que le permitiera navegar en las diferentes actividades del alma; sin embargo, desde hace ya algún tiempo, Huancané viene siendo testigo de un resurgimiento de actividades culturales, que otrora fueron una de sus grandes potencialidades que mostraba esa provincia aymara, gracias al empuje de su hijos y de huancaneños de corazón que no cejaban en promover, difundir e, inclusive, realizar función cultural y artística, de manera permanente.
Huancané siempre gozó de una especial consideración y de un lugar reconocido por el desarrollo de importantes actividades artístico-culturales, de las que tienen especial recordación las “veladas literario-musicales” que consistían en la presentación de una obra teatral (drama o comedia) dentro de los cánones del teatro denominado clásico. Obras generalmente representadas en tres actos; antes o después de las que se realizaba la presentación de números de variedades como canciones, poesía y otras más ligeras como monólogos, etc.
No hubo aspecto artístico que dejara de tocarse. Se realizaban juegos florales que incluían concursos de poesía y cuento; así como presentaciones musicales y estudiantinas. Los años 50tas para adelante hasta cerca de los 70tas, las actividades artísticas y culturales en general tuvieron gran auge en Huancané, así como en todo el departamento. Las razones de estos hechos serán estudiadas en otra ocasión.
La tradición cultural de Huancané es conocida en todo el departamento, muchos paisanos rememoran al leer estas líneas la sana “competencia” con nuestros hermanos de Azángaro que después de librar fervorosos encuentros deportivos, se realizaban veladas literario-musicales, con mucha frecuencia, en visitas alternas.
Tampoco puede olvidarse la visita de poetas de otras regiones como, especialmente de Arequipa, a los poetas Manuel Gallegos Sanz, Guillermo Mercado y, mucho antes a Percy Gibson, así mismo la presencia del músico Benigno Ballón Farfán que, estuvo en esa tierra wala-wala en reiteradas ocasiones.
Así mismo dejó huella para la formación de las nuevas generaciones, la vena de Carlos Oquendo de Amat, Emilio Armaza, la presencia de Francisco Mostajo y la de Francisco Chuquiwanca Ayulo le otorgaron a nuestra tierra aymara toda una vena que luego fue seguida por las nuevas generaciones.
Por otro lado Huancané también se caracterizó por haber cultivado el periodismo, no se puede dejar de recordar los periódicos y revistas, entonces impresos en mimeógrafo, como “Antorcha” dirigido por don Gabino Vargas Flores y “Estampas de Huancané” dirigida por el Prof. Heriberto Luza Bretel, la revista “Cultura” también dirigida por Luza Bretel. El Periódico “WalaWala” codirigido por Heriberto Luza Bretel, Gabino Vargas y Miguel Pino.
De esa raigambre, han surgido nuevos proyectos como el realizado por Fernando Chuquipiunta Machaca quien ya tiene en su haber cuatro libros de poesía, publicados desde el año 2006 y, cuya actividad principalmente se ha orientado a la difusión, promoción y revaloración de esas voces, digamos de una segunda generación, como la conformada por José Luis Ayala Olazával, Gloria Mendoza Borda y el autor de estas líneas que con esfuerzo propio, salvo la realización de dos festivales del Libro Huancaneño, poco se ha hecho por seguir difundiendo a los valores del arte y cultura huancaneños.
Fernando Chuquipiunta con casi nula anuencia y apoyo del Gobierno Local, ha logrado reunir hasta en cinco ocasiones a lo más destacado del arte literario de Puno en Huancané; aunque no pudimos estar presentes en ninguna de ellas, por razones de salud, estuvimos al tanto de ellas y de la presencia de José Luis Ayala Olazával, Gloria Mendoza Borda y de otros como José Paniagua Núñez (Jóspani), Jovín Valdez Peñaranda, Boris Espezúa Salmón, Feliciano Padilla Chalco, Jorge Flores-Áybar, Leoncio Luque Ccota, Alfredo Herrera Flores, Bladimiro Centeno Herrera, Leoncio Mamani Coaquira, Walter Paz Quispe Santos, Simón Rodríguez Cruz, Fidel Mendoza Paredes, Gabriel Apaza Mamani, Eddy Oliver Sayritupa Flores, Arnaldo Ormachea Aliaga, Liliana Quinto Laguna, entre otros.
Fernando Chuquipiunta Machaca, aparte de esta labor de promoción y difusión del arte y cultura huancaneños, también viene presentando a poetas del departamento, lo que ha hecho que muchos jóvenes huancaneños empiecen a desarrollar actividad creativa en diversos campos, incluida la pintura, tal como lo hace otro de sus invitados Aurelio Medina Pacheco “Moshó” gran artista y mejor amigo de hace una treintena de años, desde aquel inolvidable Quaternario, gran proyecto de la plástica puneña de los años 80tas.
Las actividades que promueve Chuquipiunta Machaca son de variada tesitura, ya que no sólo presenta poetas, y escritores, sino pintores, músicos y danzantes diversos. Todo ello va enriqueciendo el bagaje artístico de nuestra región ya que si Huancané puede hacerlo, este reto pueden asumirlo también otras provincias en bien de la Cultura Aymara-Quechua.
Fernando Chuquipiunta Machaca ha realizado con gran éxito cinco Encuentros Regionales de Literatura y Poesía, los mismos que contaron con la presencia de distinguidos intelectuales puneños, en todas las versiones de estos eventos destacó siempre la presencia de poetas reconocidos, así como la vena de nuevos escritores y poetas que vienen dando realce a las letras huancaneñas, hecho que debe ser sopesado por las autoridades locales y regionales.
La juventud de Chuquipiunta Machaca y su interés por la poesía y la creación en general lo impulsan a ir proyectando nuevas actividades así como la elaboración no sólo de nuevos libros de poesía de los que ya tiene varios títulos publicados sino su incursión en el ensayo, género en el que viene trabajando sobre la Poesía escrita en Huancané, una de las más importantes obras literarias y tal vez la más valiosa del siglo XXI.
De esta vena, de ese ímpetu del aymara que ha sabido asumir con creatividad el influjo de la cultura occidental y, a pesar de todos los avatares, no se rinde, sigue en pie de lucha, como en sus años aurorales. Sigue estando presente el aymara, sigue desarrollando todo el empuje que le ha brindado ese amor terrígeno de la Pachamama, toda la magnificencia de saberse heredero de una cultura que con sabiduría supo resistir el embate de las huestes quechuas y que, mucho antes, luchó y se amalgamó con los chiriguanos, recias tribus orientales que tuvieron que hacer las paces con los huancanis, dando origen a lo que hoy se llama la estirpe huanca-chiriguana.
Con estas líneas quiero, al mismo tiempo de encomiar la labor de Fernando Chuquipiunta Machaca por nuestra tierra huancaneña; agradecerle en nombre de esa misma tierra, el impulso que viene brindando a las nuevas generaciones por su amor a la tierra y al hombre huancaneños, como unidad cósmica de futuro promisorio.
(*) Ex director regional del Instituto Nacional de Cultura de Puno.