"No es un secreto para los peruanos la importancia que ha ido teniendo, a lo largo de los años, estos premios Copé de Petróleos del Perú. Probablemente se trata de la distinción más importante en el área literaria del país, y que da a conocer siempre nuevos valores, gente que está a la mitad de su tarea. Muy rara vez gana un principiante, pero sí ganan personas que han sido conocidas en ciertos círculos de enorme calidad, pero que no habían sido conocidas, casi siempre, en todo el territorio nacional. Yo he sido jurado varias veces, especialmente en el área de poesía, y recuerdo que esta llegada que tiene la promoción misma del concurso permite que escritores de los más apartados lugares del país, pero de enorme calidad, puedan concursar y ganar. Quisiera recordar el nombre de Leoncio Luque y Carlos Reyes, uno de Puno, profesor de larga trayectoria que era conocido en cierto círculo, pero ahora tiene una dimensión nacional, y Carlos Reyes que es del departamento de Loreto, y es un biólogo dedicado también a la poesía. Son dos ganadores que yo recuerdo con particular aprecio.
Y ahora me
toca comentar el premio de Johnny Barbieri. Su poemario ganador del Copé de Oro
del 2019 titulado Expediente Vallejo es un libro sumamente interesante y
que se atreve a incursionar en lo que ahora se ha dado en llamar poesía
documental, este en realidad no es que se haya inventado ahora, esta poesía ha
existido desde siempre, es decir basándose en documentos uno puede conocer una
cultura, un individuo, una persona. Hay otro asunto que va al costado que es la
tradición literaria de un país, en este caso Johnny Barbieri se atreve con el principal
poeta del Perú que es César Vallejo. Se habla mucho, y es una posición teórica,
por ejemplo Harold Bloom, que la afirmación de muchos escritores se da a través
de una especie de parricidio, recientemente había una polémica sobre si Vargas
Llosa es parricida o no con Arguedas, bueno yo tengo la posición contraria, yo
creo que una tradición en un país se va sustentando por la afirmación de sus
valores y la paulatina transformación del interés literario en temas, y se van
asimilando y van quedando algunos nombres que son los proverbiales; entonces,
si vemos la tradición peruana literaria asoma a los comienzos el Inca Garcilaso
y a su lado Guamán Poma, pero asoma principalmente César Vallejo. César Vallejo
es el ponente principal de la literatura en el Perú, considerando prosa y
poesía, es el intelectual peruano que ha llegado más lejos, que tiene más
repercusión, más allá de las modas literarias y más allá de los pareceres de
personas solitarias en sus cuartos de estudio. Llena a todo el mundo. Johnny
Barbieri en su libro, tal como él lo declara, había leído en su juventud esas
cartas desgarradoras que Vallejo dirigió a Pablo Abril de Vivero, su amigo muy
cercano. Son cartas a lo largo de varios años en los que Vallejo testimoniaría
una condición del hombre pobre, del hombre que está en una situación muy
difícil y se atreve a decírselo a su amigo que, en todos los casos, acudió a
ayudar a este amigo que estaba en esa necesidad, pero en simultáneo, Vallejo en
estas cartas no está hablando solamente de sí mismo, está hablando de la
condición de miseria de miles y miles de personas en todo el globo terráqueo,
no solo en el Perú; esa es la permanente actualidad de esas cartas, pero, sobre
todo, la permanente actualidad de esa capacidad que tiene Vallejo de ir muy
hondo en la propia poesía y expresar la situación de estas personas como en su
famoso poema La rueda del hambriento. Bueno, lo que hace Johnny Barbieri es dos
cosas: primero, asume la voz de Vallejo en una parte del poemario, y habla como
el mismo Vallejo hubiera hablado en poesía, transforma parte de estas cartas en
poesía, y esto es de un valor incalculable y no todo el mundo puede hacerlo, y
no todo el mundo se atreve. Hay un caso bien interesante en algo parecido, pero
muy remoto del poeta norteamericano Edgar Lee Masters que va a un pequeño
pueblo donde ve un cementerio, en ese cementerio hay inscripciones, pequeños
datos de los enterrados, y entonces reconstruye la historia del pueblo a través
de la palabra que él les da a cada uno de los muertos. Bueno, entonces lo que
hace Johnny en la primera parte de su poemario es colocar epígrafes reales de
las cartas que Vallejo dirige a Pablo Abril de Vivero y con ese epígrafe va
desarrollando un poema con una suavidad notable, es una cosa que viene del
impresionismo de Georg Trakl, un gran poeta austriaco, decir las cosas más
terribles con las palabras más suaves, eso sería en resumen, y eso es lo que
hace Johnny Barbieri en la primera parte de su poemario que yo celebro de forma
entusiasta. Y en la segunda parte del poemario, cambia la voz que escribe los
poemas, en la primera Johnny se ha metido en la personalidad de Vallejo y habla
como el mismo Vallejo hubiera querido hablar, pero en la segunda parte
complementa eso con su propia experiencia parisina, recorriendo los lugares
sagrados para los peruanos en los que estuvo César Vallejo, esos poemas que son
la voz misma de Johnny ya sin intermediación posible son también
extraordinarios, yo creo que esta combinación de dos voces, una de Vallejo y
otra del propio Johnny, en la voz misma de Johnny es lo que motivó al jurado
por unanimidad dar el premio a este poemario que a mí francamente me ha
conmovido. Y quisiera subrayar también que la aparición de este poemario
significa, para mí y yo creo que para los peruanos que lo lean a partir de
ahora, la consagración definitiva de un gran valor que es Johnny Barbieri.
Muchísimas gracias a todos."
(Marco Martos. Presentación de los libros ganadores del premio Copé de Poesía 2019. 14 de julio 2020)
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