La escritora británica E.L James, durante una rueda de prensa sobre su saga literaria "Cincuenta sombras de Grey" (AFP)
Con "Cincuenta sombras de Grey" la literatura erótica ha pasado al ámbito social en Reino Unido: muchos británicos no quieren ya leerla sólo bajo las sábanas, sino que prefieren debatir al respecto en clubs de literatura erótica.
Robin lee en voz alta en la librería "The Bökship" en el este de Londres, un capítulo del libro de Philip Hensher "King of the Badgers", que trata del "dogging", que consiste en encuentros de personas para tener sexo en lugares públicos.
Los espectadores de Robin son los "perversos", como se autodenominan irónicamente los círculos de literatura erótica en sus webs. Desde la salida al mercado del bestseller erótico "Cincuenta sombras de Grey", las tardes le lectura lasciva de la escena londinense han dejado de ser algo para conocedores para convertirse en tendencia.
Para formar parte del "Erotic Book Club" sólo hace falta traer dos cosas: una botella de vino y pensamientos mordaces. La mayoría de los participantes están al final de la veintena y la mitad de la treintena y cada uno tiene su propio motivo para acudir.
Una participante está escribiendo un trabajo sobre el erotismo en el arte y busca inspiración; otra busca un pequeño empujón que dé nuevos aires a su vida cotidiana. "Aquí me siento más libre, con mis colegas no puedo hablar de estas cosas", cuenta la mujer que trabaja cuidando niños.
Hasta hace unos meses, la mesa de madera era suficiente para acoger a los asistentes a este club de lectura en el que congregaban los "freaks" de la literatura erótica; pero desde el fenómeno "Cincuenta sombras de Grey" el sitio escasea.
Muchos acuden por la curiosidad que les despertó el libro. Pero con el aumento del interés ha crecido también la oferta. Desde hace algunos meses hay también lecturas eróticas en el «Mucky Book Club», que a veces incluyen eventos con demostraciones de bondage. Su eslogan: "Has leído 'Cincuenta Sombras de Grey' y aquí están los libros que puedes leer después".
La organizadora de los «Erotic Book Clubs», Fanny, sin embargo, considera que el libro que dio el pistoletazo de salida a esta nueva fiebre, es "el libro del que ya no queremos hablar". Por supuesto que hemos hablado de él, ¿pero por qué tiene que ser siempre sólo de ese libro?, se pregunta, al tiempo que lo considera cargado de clichés, plano y en absoluto provocador.
Y no porque no haya alternativas: las novelas eróticas se agolpan encima de la mesa de madera y Fanny considera que casi todos son mejores que el libro "prohibido". A su novio Robin le gusta el grotesco humor de «House of Holes» de Nicholson Baker e incluso dice que del manga "New Bondage Fairies" también se puede aprender, aunque ante la falta de texto en ese cómic sobre elfos en ropa fetiche el debate se acaba rápido.
Entre los clásicos de literatura erótica, según Fanny, está "La Venus en las pieles", de Leopold von Sacher-Masoch, que data de 1870 y que dio nombre al masoquismo.
Con él comenzó también el club de lectura: Robin regaló a su novia dos ejemplares para poder leer y debatir juntos. Fanny consideró la idea tan buena que quiso abrir el debate a los amigos, del que surgió un grupo de literatura que se reúne una vez al mes en la casa de una amiga editora.
Además de lectores, con "Cincuenta sombras de Grey" han proliferado también los autodenominados "escritores eróticos", cuenta Fanny. "Desde que salió el libro, cada vez más gente quiere escribir sus propios libros y todo esto es porquería".
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