domingo, octubre 03, 2010

Poemas de Gustavo Armijos


I

A LA LIBERO VANESSA PALACIOS

Cuando veo las caras de la multitud
apiñada en las graderías del coliseo
y voces multicolores coreando el nombre de Perú
se desmoronan los cánticos a favor de la
más grande defensora.

En invierno o verano contra el rival que fuera
ella no se lanza demasiado pronto
para salvar un balón que está casi en el piso.

Su pecho arde de pasión para
defender la bicolor ante hadas
de otros equipos de mayor estatura.

La gente advierte a un equipo contrario
desesperado pero demoledor
allá lejos una niña aprendió el voley
cuyo único juego repetidas veces
dieron gloria a la patria
balanceándose de júbilo
nuestra líbero Vanessa Palacios.



II ODA

EL ROSTRO DE LA LIBERO VANESSA PALACIOS

El viento cálido choca contra la net
es una ventisca blanca
que arrecia contra un equipo
cuyo número 5 le dice al mundo
ARRIBA PERÚ poblado de medallas.

Su dulce y amada tierra la cobija
y las estrellas se cubren de gloria perdurable
estando cerca del paraíso
y el paraíso es el escenario donde juega
como una visionaria de la defensa
que perdura y perdura
para lograr sus sueños
ardiendo insomnes
en un círculo de fuego
para ganarle todos los sets a la vida.

Aquí en este páramo, en esta soledad
ante estos espontáneos gritos de la multitud
abre sus alas entre abigarrantes nubesVanessa del Perú




ULTIMO TRAMO EN CERRO DE PASCO

Me gustaría huir de mi hogar
por el tiempo que alcanza un periplo vital
trepar un cerco de abedules
sobre negras ramas cubriendo la nieve.

Marchar al cielo de Cerro de Pasco
arriba hasta el borde de rayos y truenos
por donde lagrimean deliberadamente
algunas gotas gruesas de agua turbia
y cuando retorne a mi casa
encontrar mayores afectos que arrebaten
el borde de los pies cubiertos
de gruesas medias para el gélido frío.

Son antiguos pobladores de las tierras cerreñas
donde no interesa si nieva o graniza
para no mirar el sol que cae
sobre calaminas calcinadas por la sal.

Quien ha estado en esta vetusta ciudad
pocos humanos pueden decir al mundo
estuve en el techo de la civilización
¿Y por qué? Alguien respondió
quién de los poetas no le cantó al mar
pero muy pocos a la incomparable sierra.



BENDEJA ARDIENTE DEL ROMANCE

Quien es ella sino la que pasea su hermosura
por los pasillos de la casa en bata de dormir
hora tarde para tomar un café con crema
ante la vieja catástrofe de antiguos amores.

¿Para qué se entrega una dádiva a un menesteroso?
¿Quién mira sigiloso el paso de la gente
consolada por el sol, ocre y brillante
y que resuelle un bálsamo para divinidad?

Tal conforme se desprende borrascoso el pasado
para los goces de una rama que mece el río.

Es inhumano el nacimiento de mujer bella
y hombre de opulencia venido a menos
sin gloria perdurable y borrascosa vida.

No existe quimera alguna para marchar al paraíso
ni flores en la tumba
ni subterráneo liberado de gases
ni islas de la vida
y sí melodiosos dulces
sobre celestiales colinas
que perduran para siempre.




ERIKA BELLA XXX

Alas quebradas en tu cielo de Budapest
aliento fiero que besa la loza
mientras penetras sobre el mar zumbando
cíclica vida o muerte en el rumor de un río
que pasa besando tus pies en el suelo marino.

Tú que conoces las restricciones animales
de aparearte con diferentes hombres
enmudecidos e iracundos sobre tu vagina.

Regresa tus ojos mirando sólo
un cáñamo resistente a tu corpiño
vida turbulenta, corazón turbulento
y latiendo sobre abetos abiertos
a tus labios de perra en celo
en un mugriento sótano
donde estás desnuda y tendida
sobre una soleada alfombra
una mañana de luces.

El candil es tenue para Enrica Martelli
o más sensual Erica Bella
susurrando o jadeando entre las sombras.

La noche es el fin de la locura
ojos de jaguar o un salto al tigre
Erica Budalín posada sobre el dudoso muro.

Erica Rakoson posee la venenosa serpiente
que esconde su voluptuoso cuerpo
entre moreras que escarchan sus piernas
a medianoche con una aguda pasión
y sus labios con un color naranja
uñas grandes que transforman resplandor
y sientes frío e introduces tu cuerpo caliente
en medio de la piscina.

Cabellos oscuros en los pantanos.
Ya no Erika Red entre juncos
frío sonido del pene que te penetra
remontándose los cuerpos en tu natal Hungría
donde el estío es mutable a tu belleza.

Erika Bella cada noche eres mía y mía
extraño amor con un temblor en tu cuerpo
entonces me fui a un rincón a llorar
y el vigor se convirtió en llamas
quedando el pene empapado en tu memoria.

Erika Rouge cada nombre sin significado
convirtiendo el amor en antorcha de pasión
donde un geómetra ensaya un impetuoso silencio
ante la nada de tus ojos celestes y brillantes
mezclados entre el paraíso y el infierno eterno.

Johnny Barbieri y Gustavo Armijos

GUSTAVO ARMIJOS. Nací el 2 de febrero de 1952. Realicé mis estudios primarios en el Colegio Salesiano Don Bosco de Piura y secundarios en el Don Bosco. Soy fundador del Colegio de Periodistas del Perú. En 1990 fui elegido Primer Vice - Presidente de la Asociación Nacional de Escritores y Artistas. He ejercido la docencia a nivel superior tanto en el Perú como el extranjero. Obtuve el primer Premio de Poesía de la Municipalidad de Lima en 1982, Los Juegos Florales de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega en 1993, además de los Juegos Florales del Instituto Nacional de Cultura Filial Piura en 1994. Fui periodista en el diario La Industria de su ciudad natal, luego en el diario El Tiempo y el diario La Tarde de Piura. He viajado por casi todo el país desempeñando misión periodística, América Latina y Europa. Actualmente soy director de la revista literaria 'La Tortuga Ecuestre' desde 1973 hasta nuestros días, decana de las publicaciones de su género en el Perú.

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